domingo, 8 de febrero de 2015

El símbolo de la ciudad de Adelaide

¿Qué hago escribiendo más de un año después?

El Arcade Tunnel Construido en 1885 suele estar en la lista
     La verdad es que estoy a un mes de empezar mi último semestre en la Universidad de Adelaide y mi vida está a punto de dar un giro de 180º grados una vez más. Entre tantas preocupaciones esta semana redescubrí la mejor parte de mi nueva ciudad, algo que ninguno os podeis perder cuando me vengáis a ver a South Australia. No son los vinos de Barossa Valley, ni el nuevo Oval, ni nada que puedas encontrar en una guía turística... el verdadero símbolo de Adelaide está abierto al público todos los días durante algo más de media hora y lo mejor de todo es que es totalmente gratis.



 Lo único que necesitas para visitarlo es un coche o subirte a un tranvía, llegar a una de las muchas playas cercanas, sentarte en la arena y esperar a que anochezca. 

He tenido la suerte de ver el Burj Dubai en los Emiratos, pero el cielo de Adelaide no solo es más alto que cualquier construcción, inspira tanto como la Estatua de la Libertad de Nueva York y el sonido del mar de fondo no envidia al acústico de la Opera de Sidney.



   



Los anocheceres de Adelaide son el secreto mejor guardado de South Australia... congregan tantas parejas como la Torre Eiffel y estoy seguro de que han inspirado a tantos artistas y músicos a lo largo de la historia como el museo del Prado de Madrid.




Cada noche, la gente se sienta y deja espacio como si volviesen a tocar en la ciudad los Rolling Stones.
Es algo tan especial que durante ese tiempo fotógrafos profesionales, parejas rubias australianas, decenas de exiliados de Afganistan, refugiados de Africa, estudiantes becados e incluso hasta una familia gallega comparten un trozo de playa y olvidan sus problemas.




A primera vista solo veras abrazos y sonrisas, pero la ultima vez que visite Glenelg me fije mejor y descubrí a un hombre indio solo que parecía sacarse una selfie justo debajo del Jetti. Al pasar por su lado me di cuenta de que estaba haciendo Skype con su familia.

Esto no es una entrada sobre amaneceres bonitos, Adelaide es mucho mas que eso, es tranquilidad, ilusión y esperanza por un futuro feliz con quien realmente quieres, mas allá de los problemas y las dificultades. Lo verdaderamente importante es ver como durante ese tiempo la gente de todo el mundo que vive en esta ciudad se olvida de la morriña, de las noticias de odio y guerras, de la corrupción y del sufrimiento. Todos miramos al mar para inspirarnos, exactamente igual a cuando Rosalia de Castro escuchó las olas rompiendo en Galicia y Otis Redding compuso "Sitting on the dock of the Bay".


Feliz anochecer Australia, feliz amanecer Galicia.







"So, I'm just gon' sit on the dock of the bay
Watchin' the tide roll away, ooh
I'm sittin' on the dock of the bay
Wastin' time"

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